Burocracia y endeudamiento: los problemas de la instalación de un Estado regional, plurinacional e intercultural (EX-ANTE)

Este viernes la Convención Constitucional aprobó la nueva forma de administración del país que da mayor autonomía a las regiones. Expertos en descentralización, ex Subderes y economistas alertan sobre la armonización burocrática, endeudamiento e implementación de la fórmula. Lo que más preocupa es el endeudamiento y los impuestos.
Por qué importa: Este viernes, el Pleno aprobó convertir a Chile en un Estado Regional, plurinacional e intercultural, que según el sector privado, ex subsecretarios de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) y expertos en descentralización podría dar pie a desórdenes en burocracia, descoordinaciones, aumento de gastos y endeudamiento. Se aprobaron dos incisos. El miércoles pasado ya se había aprobado la norma “en general” 112 convencionales votaron a favor y 34 rechazaron el inciso 1: “Chile es un Estado Regional, plurinacional e intercultural conformado por entidades territoriales autónomas, en un marco de equidad y solidaridad entre todas ellas, preservando la unidad e integridad del Estado”. 150 convencionales aprobaron el inciso segundo “El Estado promoverá la cooperación, la integración armónica y el desarrollo adecuado y justo entre las diversas entidades territoriales“ La norma ya es parte del texto de la nueva Constitución que se someterá a un plebiscito, fijado hasta ahora para el 4 de julio. Endeudamiento: Es lo que más preocupa. Sobre todo por el riesgo de desequilibrios macroeconómicos como inflación por mayor gasto o desempleo en zonas con menor desarrollo. “Se debería limitar la posibilidad de endeudamiento local a deuda para proyectos de largo plazo con condiciones establecidas y reguladas por el gobierno central, garante final de dicha deuda, para así evitar un desequilibrio fiscal”, advierte Dany Jaimovich, director del doctorado en economía de la Universidad de Talca. Normas tributarias. “No parece mala idea que las regiones diseñen su política tributaria. Si fijan una tasa alta la región será menos competitiva; si es baja, tendrá menos recursos”, advierte el director del instituto de economía de la Universidad Austral, Roberto Pastén, pese a que este inciso volvió a la comisión. El exministro de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, Francisco Vidal estima que el tema de fondo serán las rentas regionales: “el gobierno central debería transferir un mayor porcentaje de la recaudación tributaria como fondo autónomo para así aumentar la descentralización”, explica. Regiones y comunas ricas y pobres: Hay dudas sobre cómo se repartirá la riqueza generada en cada región. Un ejemplo es Antofagasta que aporta casi el 10% del PIB nacional y que podría contar con más recursos. Existe la inquietud que proliferen casos como los de las comunas más ricas que incluso cuentan con fondos superiores a los de la respectiva región. Tal es el caso de Las Condes cuyo presupuesto comunal alcanza los $150 mil millones, en tanto que el Gobierno Regional de la Región Metropolitana cuenta con solo un Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) de $120 mil millones, advierte Francisco Vidal. Aunque la norma habla de solidaridad entre regiones, no establece una fórmula. Analistas recuerdan lo que sucede con el Fondo Común Municipal (FCM), que reparte solidariamente recursos a los municipios y se financia con sus aportes en base a 4 criterios: partes iguales, nivel de pobreza, predios exentos de contribuciones y monto de ingresos propios. ¿Y si las regiones deciden emprender?: “Respecto a la empresa regional, puede ser cualquier estamento, pero el tema es cómo lo regulas. Hay mucho temor a que el Estado pueda ser empresa, pero cuando hay una realidad que no vives y te das cuenta que el Estado ya está cumpliendo ese rol, no lo ves. Por ejemplo, los municipios se hacen cargo del agua potable y del tratamiento de aguas en muchos de nuestros territorios”, afirma Gonzalo Vial, director de la Fundación Huella Local. Implementación y responsabilidades: La investigadora Consuelo Hernández prevé dos grandes retos para la descentralización: el traspaso de responsabilidad en el manejo de los servicios públicos, por la resistencia del nivel central a ceder poder, y porque a nivel local es difícil asumir proactivamente nuevas responsabilidades. “Muchos actos administrativos se firman en las direcciones nacionales de los servicios, eximiendo de responsabilidades administrativas a las regiones”, advierte. Además, comenta que hay capacidades técnicas y profesionales difíciles de encontrar en las regiones porque nunca han sido demandadas, por lo que no es solo llegar y traspasar responsabilidades. Burocracia:La exministra Adriana Delpiano dice que regionalizar decisiones puede ser beneficioso al promover un diálogo útil entre las autoridades locales, junto con una relación fructífera con el nivel central. Estima viable que los Seremis y principales jefes de servicio se mantengan, pero dependiendo de la autoridad regional. “Es urgente definir qué dependerá del nivel regional y qué del central” agrega.
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