Cine: a casi dos semanas del Oscar llega Belfast (y dónde ver las otras nominadas al galardón mayor). Por Ana Josefa Silva (EX-ANTE

De las 10 películas nominadas al premio de la Academia, ocho ya han llegado a Chile, a salas o plataformas. De las dos restantes, este finde se estrena Belfast y el próximo jueves, la japonesa Drive My Car, doblemente nominada: Mejor Película y Mejor Película Internacional (además de Mejor Dirección). Y Ojo: el domingo, por TNT, se transmiten los Crítics’ Choice.
Belfast Tomen nota: Belfast es una película ¡entrañable!, de esas que se quedan adheridas al alma, que aborda lo que podría ser una historia amarga desde un punto de vista íntimo, donde predominan el calor hogareño y los momentos alegres. Porque así son las realidades humanas: un mix en el que a veces se logran equilibrar armónicamente las diferencias o se extreman las contradicciones. Suerte de autoficción, en ella Kenneth Branagh relata, desde la mirada de un niño feliz, aquel instante en 1969 en que se desencadena la violencia que se apoderaría de Irlanda del Norte durante 30 años. El prodigioso Jude Hill, como el pequeño Buddy, conduce este hilo vital en que su inocencia nunca es aniquilada por las esquirlas que, literalmente, llegan hasta el barrio obrero en que vive, gracias a que está siendo criado por una “aldea”. Su padre (aunque va y viene porque trabaja fuera de Belfast), su madre, sus querendones abuelos (emocionante Judi Dench), sus amigos de la cuadra, los vecinos. Todo aquello que es amenazado por la violencia y sus instigadores: las amistades transversales, los barrios cohesionados, la familia extendida y cercana, las pichangas en la calle, el baile y la música en algún local cercano. La cámara es así: vertiginosa, entrometida en esa bullente cuadra en que viven Buddy y su familia; pendiente de los atentados (y también saqueos) que sufren algunos locatarios del barrio; siguiendo los pasos de las amistades mayores del chico; las fiestas, las conversaciones de los mayores que Buddy escucha escondido. Belfast nos abre un cotidiano luminoso y cálido —a pesar de todo—, aquel que vive y respira Buddy: ese material emocional que se atesora en la niñez y sirve de combustible para el alma cuando ya se es mayor. Branagh muestra lo que muy escasamente hemos visto del conflicto de Irlanda del Norte: la solidez humana de una comunidad que ha sabido convivir y apoyarse mutuamente. La película está dedicada tanto a aquellos que permanecieron en ese polvorín… como a quienes decidieron marcharse. Grandioso elenco y grandiosa música. ¡Súper recomendada!
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