MUESTRA ABIERTA A LA CIUDAD DE LINARES

Uno de los principios valóricos declarados en el proyecto educativo del Liceo Diego Portales destaca “La Participación como la capacidad de compartir una meta común y contribuir a su logro, valorando las contribuciones de todos y anteponiendo lo colectivo a lo personal”. Cuando podemos afirmar que lo evidenciado por nuestros estudiantes en la muestra técnico profesional de este martes 23 de agosto en la Plaza de Armas, supera las expectativas del ojímetro acusador o crítico banal, hablamos que, simple y satisfactoriamente para toda la comunidad escolar, la misión se está cumpliendo, se está constatando el avance, el progreso de los perfiles de egreso de las áreas humanista científico y técnico Profesional. Sin duda, tal como declaramos que “La misión del Liceo “Diego Portales” es el norte que debe guiar nuestra práctica diaria y todos los miembros de la Comunidad Educativo, asume su compromiso con responsabilidad para construir nuestra propuesta”, la muestra pública, abierta a la comunidad local, a la ciudadanía, es una circunstancia oportuna para verificar nuestro andar y, posterior a ello, reflexivamente podamos rectificar o confirmar nuestra ruta al centenario gratamente inminente.
La dinámica entusiasta y la rebosante algarabía que enmarca la presentación de un quehacer real de cada especialidad, donde no importa vestirse o engalanarse ni aparecer o posar para una foto oficial, demuestra que ¡esto es lo que se vive!, ¡se vive lo que a diario se hace! Esto es lo trazamos en nuestra ruta educativa y que nos concentra y compromete en cada jornada laboral: perseverar, mantener y velar porque se den las oportunidades para todos los niños y jóvenes, cuyos padres y apoderados han confiado por lo que se lee y vive de nuestro proyecto educativo. Cada estudiante sabe que las puertas de su liceo siempre están abiertas para apoyarle en su formación, para encauzarlo en la huella que le conduzca a alcanzar el máximo desarrollo de su potencial. Al respecto, enfatizamos que al decir “las puertas de su liceo siempre están abiertas”, esta proposición no solo yace en la esencia de una metáfora, sino que es vida en la realidad de todos los días, mañanas y tardes. En lo inevitable de las comparaciones para muchos, procuramos no pecar, pero con sinceridad característica, el ojo es rápido como el reloj y veloz como una brisa primaveral, por ende, es válido referirnos a las otras comunidades escolares y centros de formación técnica con los que compartimos escenario en dicho evento para felicitarles por la presencia, el entusiasmo y la novedad que nos impactó. No obstante, mirarnos a nosotros mismos y comparar nuestro progreso en cada paso de este caminar ha de ser nuestro norte. Como declaramos, el Liceo Diego Portales “persigue la excelencia humana, estimulando el conocimiento, amor y aceptación realista de uno mismo, buscando el desarrollo de la capacidad crítica del educando”. Por consiguiente, estamos ciertos que si el flash inquisidor de un paparazzi disparara incesantemente, no obtendrá un hallazgo distinto a lo que vivenciamos, hacemos y mostramos. En esta gran casa de estudios, de grandes dimensiones estructurales y afectivas a la vez, similar a un cálido hogar con simultáneos deleites algunas veces de la nieve dulce de un merengue francés, cuya degustación puede alterar la presión sanguínea de más de algún funcionario, que amerita la atención de enfermería; los aromas de las plantas y frutales en flor más el sonoro cacareo de gallinas ponedoras; junto al blanquecino papel para dibujar planos o el polvo invisible del cartón de una maqueta, que nos hace estornudar violentamente, podemos decir que a toda su gente, no le importa sumar desde cualquier papel si somos presentadores o hacedores para que un proyecto resulte. Estamos claros y dispuestos a que si hay que “cargar sacos”, ahí ponemos el hombro; si hay que hornear, amasamos; si hay que cultivar, sembramos; si hay que cuidar a un enfermo, todos atendemos; si hay que hacer magia, entonces, somos magos o hadas madrinas y padrinos; si hay que “hacer de todo”, ahí estamos vistiéndonos de todo y para todo rol… Siempre, con el propósito de sumar más que intenciones, sumar acciones; más que fotos, mostrar realidades; más que mostrar, dar testimonio y con ello, entusiasmar en valores de transparencia, empeño, consecuencia. En síntesis, el principio valórico declarado en nuestro proyecto educativo, que destaca “La Participación como la capacidad de compartir una meta común y contribuir a su logro, valorando las contribuciones de todos y anteponiendo lo colectivo a lo personal”, espectacularmente se evidencia en avance. El desafío es que en el prisma del corazón de todos, se grabe este emblema para que fructifique y sane a la humanidad de la indiferencia ante el proyecto del otro, remedie ante la pasividad de algunos frente a la premura de necesidades de quién devotamente intenta alcanzar un objetivo; un prisma que desprenda un rayo al encontrarse con el brillo de otros refulgentes soles de tantas personas que han logrado una meta o han superado obstáculos para no rendirse en el empeño, sacrificio, disciplina, responsabilidad para emprender, intentar avanzar y marcar una huella profunda que asegure el caminar de nuevas generaciones. El horizonte del atardecer de agosto, es ya más rojizo, augurando mejor tiempo. Alegrémonos de ser luz que alienta a mantener las más altas expectativas de nuestros estudiantes y toda la comunidad escolar, sabiendo prestar atención cuando el sol brilla mucho y entorpece la vista, porque entonces, no nos dejará ver tal cual la realidad y daremos por verdad los espejismos o sombras que se conjugan al desfigurar nuestra imagen.
Igualmente, acudamos a los lentes de la bondad y la generosidad para alentar en este destino a otros que necesitan de nuestra mano para esquivar o superar la miopía, que infunde el temor a reconocerse faltos del ingrediente esencial: el compromiso responsable y eficiente de un equipo unido en un mismo andar y una misma cima que alcanzar. Cuando la comunidad entera se une en un objetivo, aunque soplen vientos agrestes, que atenten contra la semilla protagonista del evento principal de la vida escolar, protegeremos entre todos esos frutos con el baluarte y entereza de compartir un mismo principio valórico y por lo mismo, como un todo sabremos también reconocer nuestros aciertos y desaciertos. Felicitaciones a todo el equipo que trabajó tras bambalinas, preparando y armando lo seleccionado para mostrar. Igualmente, agradecemos a aquellas y aquellos que en el escenario mismo de la muestra a la ciudadanía, desplegaron todo su saber al comunicarse con todos los visitantes y espectadores, logrando asombrarnos. Finalmente, gratitud a los que de forma anónima y desinteresadamente ayudaron a desmontar, ordenar y limpiar el espacio donde se dispuso la muestra.
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