Fuad Chahín: “La DC no está conducida por líderes, sino por operadores políticos manejados por Yasna Provoste” ( EX-ANTE )

El ex convencional y ex presidente de la DC, Fuad Chahín, comenta la situación de su partido, que sufre el éxodo de varias figuras, como Ximena Rincón y Matías Wallker, quienes el jueves oficializaron su salida, en busca de otro referente de centro.
Dijiste en twitter que era un día triste, otros hablan de octubre negro. ¿Es el peor momento en la historia de la DC? -Por lo menos desde el retorno de la democracia no tengo ninguna duda que sí. El partido está completamente descompuesto en su convivencia interna, desorientado en su rumbo político y además, con una conducción política que se ha puesto como objetivo destruir la democracia cristiana. -¿El presidente, Aldo Mardones, quiere el fin de la DC? ¿Por qué querría algo así? -El partido está conducido, partiendo por el presidente y la secretaria general, por un grupo de operadores políticos. Eso es lo que son. No son líderes políticos, sino operadores, manejados por la senadora Yasna Provoste. Así es la realidad. El principal objetivo que buscan es ahuyentar a todos quienes sean obstáculo para que la DC termine ingresando al Socialismo Democrático, para entrar al Gobierno y repartir pegas. Ese es el objetivo político. Realmente están destruyendo al partido, solo para repartir puestos de trabajo en el Estado. Me parece vergonzoso. -¿Dices que el presidente Mardones es manejado por Provoste? ¿Sería una especie de títere? -No quiero calificarlo de esa manera, pero es un operador político. Ni él sabe como llegó a ser presidente del partido. Nadie se explica cómo llegó a esa situación, salvo porque los Ortiz (el ex diputado José Miguel Ortíz y Álvaro Ortíz, alcalde de Concepción) tienen una máquina clientelar en Concepción, donde lo que hacen en todas las elecciones internas, es acarrear a 500 personas que votan por lo que ellos les dicen. Revisa la historia electoral en Concepción y verás que eso es lo que ha pasado. Al final, con esos 500 votos lo que hicieron fue asegurar que un funcionario municipal, no un líder político, termine de primer vicepresidente. Ante la renuncia de Delpín, Mardones llega a la presidencia del partido. Así de patética es la situación que estamos viviendo. Donde tenemos a un alcalde y un ex diputado que armaron una red clientelar, donde tienen una masa cautiva de militantes del partido, que aparecen en el padrón y que no conoce nadie más que ellos. Mardones era administrador municipal de Concepción, es decir trabajaba para el alcalde Álvaro Ortiz (DC). Mardones no ha tenido el más mínimo gesto de decoro, de entender la profundidad de la crisis que estamos viviendo, y de dar un paso al costado, para tratar de salvar al partido. Porque no le importa, no le interesa. El es un funcionario municipal que llegó a presidir el partido. -¿Es una crisis terminal? -Han agudizado la crisis a tal nivel, que estamos todos los días conociendo renuncias de importantes liderazgos de la DC y la directiva no reacciona. No se da cuenta que están destruyendo al partido. Son los sepultureros de la DC. Y están siendo utilizados para una tesis: dividir a la DC para que una porción de ella se vaya a un bloque de izquierda con el Frente Amplio, con el Partido Comunista, y que entre al Gobierno y así repartir pegas para los operadores que tienen. Ese es el mar de fondo de esto. -¿Quieren convertir al partido en clientelista? -Ya lo tienen convertido en Concepción y quieren hacer lo mismo a nivel nacional. -¿La DC puede desaparecer, como ha dicho Genaro Arriagada? -Todavía tengo esperanzas de que no sea así. Primero, porque el momento es muy favorable para la DC, la gente quiere sensatez, prosperidad, seguridad, diálogo, todo lo que históricamente ha representado el partido. Las paradojas de la vida: esta nefasta conducción política, nos pilla en un momento en que el ciclo político es tremendamente favorable la DC. Es tremendamente triste lo que está ocurriendo. Yo tengo todavía confianza en nuestra militancia de base. Tengo la esperanza de que ese estado llano demócrata cristiano, haga que en la próxima Junta Nacional prime la sensatez, que se cambie la conducción política del partido, que se establezca una conducción de alto nivel, de transición, de pacificación. Esa es la última esperanza que tengo: que la base en la Junta Nacional logre que el partido rectifique su rumbo. Por eso me quedo. Esos militantes necesitan estar acompañados en esta última gran batalla. -¿No has pensado renunciar y tal vez llegar al posible Partido Demócrata? -No. Me voy a quedar a dar esta batalla. La junta del 12 de noviembre va a ser un hito muy relevante. Veo a la militancia desorientada, desconsolada. Muchos me han llamado durante el día, con la voz cortada, llorando de pena por lo que pasa con el partido. Están devastados. Al final de día es tan impresentable lo que está ocurriendo con la directiva del partido que el sentido común dice que no se puede sostener por mucho tiempo. Hay cosas absurdas, pero lo absurdo no dura eternamente. -¿Qué tendría que pasar para que te quedes? -Que cambie la conducción del partido, que esta mesa se vaya completa, y que se renueve con una mesa transitoria, que pueda recuperar el partido, pacificarlo, normalizarlo. -¿Quién podría ser presidente en estos tiempos de crisis? -Yo no quiero dar nombres. Pero quien sea tiene que darle garantía a todos los sectores políticos. Y sobre todo, como hay que tomar decisiones difíciles, tiene que ser una mesa que no esté pensando en ir a una elección, en la popularidad interna sino sacar adelante las tareas de la DC. -Fuiste convencional, ¿cuál es tu opinión del nuevo proceso constituyente, que algunos dicen que es un laberinto? -Me preocupa que estemos demasiado empantanados, y que estén cometiéndose los mismos errores que la Convención. Lo primero, dificultades para alcanzar acuerdos. Segundo, miradas maximalista, donde quieren dejar todo resuelto en la definición de los bordes y de los principios. A mí no me gustan las camisas de fuerza, por eso no me gustaba la propuesta de constitución que propuso la Convención, porque era una camisa de fuerza para la política, para el legislador; se quería de alguna manera clavar la rueda de la fortuna en el momento político de la Convención. Y eso es un error. Mientras más se demore el acuerdo, más fuerza toman las posiciones que no quieren acuerdo. Algunos quieren quedarse con la Constitución actual. Otros, porque nunca han creído en la vida democrática para hacer los cambios, y en el fondo buscan la vía insurreccional. Haría un llamado a quienes perdieron con el Apruebo, entiendan que no pueden tener una convención muy parecida a la que el país rechazó categóricamente. Y a los del Rechazo decirles que no se puede estirar tanto el chicle. -Has tenido alguna polémica con Camila Vallejo. ¿Qué te parecen estas declaraciones “no somos Marvel”? -No hay ministro vocero que no cometa errores. En general ha tenido un buen desempeño. Pienso que tenemos un gobierno bastante confundido, pero confío particularmente en el Presidente Boric, en su convicción democrática; confío en que él al final del día va a tener capacidad para liberarse de los sectores más extremos. Se ha rodeado de dirigentes con más experiencia política, y así podrá ordenar una gran parte de su coalición. Quienes no estén disponibles tendrán que irse y dejar el gobierno. El Presidente entiende que su fracaso no es sólo el fracaso del Frente Amplio o su fracaso personal, sino que también de una generación completa. Yo creo que él va a hacer lo necesario para enmendar el rumbo y espero que su coalición esté a la altura de entender el momento político que vive el país. El gobierno necesita hacer una cambio de timón, no sólo en los discursivo sino también en lo concreto. -En Canal 13 salió un reportaje sobre convencionales que mantuvieron causas pese a prohibición para los constituyentes. Y te incluían. -Es bien ridículo, porque la única actuación que tuve en ese período fue justamente delegar el poder para no actuar. La actuación fue renunciar a actuar.
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