Ñuble es capital continental del control biológico al darse inicio a simposio latinoamericano de la especialidad

A contar del martes y hasta el jueves, la región de Ñuble concentrará a los principales científicos del continente que vuelcan sus esfuerzos en desarrollar nuevas estrategias para contrarrestar la acción de plagas y enfermedades agrícolas, sin el uso de agroquímicos. 
Reunidos en torno al Primer Simposio Latinoamericano de Control Biológico, más de 150 investigadores y estudiantes de 13 países compartirán, entre el 8 y 10 de octubre, los avances alcanzados en esta disciplina que cada día es más demandada para generar una agricultura más limpia y armónica con el medio ambiente.
El control biológico, entendido como la disciplina que utiliza organismos vivos -insectos benéficos, hongos microscópicos, bacterias, entre otros- para contrarrestar plagas y enfermedades agrícolas, ha ganado mucho camino y hoy su desarrollo es demandado por consumidores que buscan alimentos más saludables, sin cargas de pesticidas.
Enfocado en el desarrollo de una agricultura más sustentable tendiente a reemplazar el uso de plaguicidas, insecticidas y fungicidas de síntesis química, el control biológico de plagas y enfermedades se ha tornado en una gran opción para implementar una agricultura no contaminante y que resguarda la salud de productores, consumidores y de la biodiversidad. 
El Primer Simposio Latinoamericano de Control Biológico, es organizado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA, que en su centro Regional Quilamapu de Chillán, concentra el mayor grupo de investigadores del país en esta disciplina. Cabe mencionar que este encuentro internacional de investigadores cuenta con el patrocinio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP25.

Hongos entomopatógenos 
Entre las tecnologías que se expondrán está la de los hongos entomopatógenos que corresponden a uno de los microorganismos desarrollados por INIA Quilamapu y que actúan como biocontroladores naturales específicos para el control de plagas subterráneas presentes en frutales menores y praderas. 
El uso de estos se inició en Chillán en 2002, aplicándose hasta la fecha en unas 25 mil hectáreas, concentradas principalmente entre las regiones de Valparaíso y Los Lagos, en huertos de arándanos, frambuesas, viñas y praderas.

En los últimos años, el trabajo de investigadores de INIA Quilamapu se ha concentrado en la generación de formulaciones estables y eficientes que proporcionen protección a estos microorganismos, faciliten su uso y mejoren su desempeño en campo. Así aspectos de micro encapsulación para la formulación de hongos entomopatógenos, serán tratados en el Primer Simposio Latinoamericano de Control Biológico.

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